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Últimamente muchos profesionales acuñan esta frase en sus exposiciones o conversaciones relacionadas con las finanzas, pero cabe resaltar que fue expresada por primera vez por el gobierno alemán en el año 2010.

En realidad, ¿tiene que ver solo con Finanzas? No, más bien tiene que ver con los flujos de los procesos de producción, que de hecho tienen implicancias en el desarrollo de una economía de cualquier tipo de negocios.

Esta llamada etapa de “La Industria 4.0”, es aplicable en cualquier campo y para entender un poco más de lo que se habla, primero tendríamos que ver cuales fueros las 3 primeras etapas de las llamadas Revoluciones Industriales que cambiaron al mundo en cuanto a procesos y sistemas.

Describamos primero el proceso de las 3 primeras revoluciones industriales:

Industria 4.0

Fechas estimadas de inicio de cada etapa de las Revoluciones Industriales (Fuente: Wikipedia).

Antes del año 1784 aproximadamente las diversas industrias se caracterizaban por el empleo de abundante mano de obra, la cual en la actualidad sigue siendo mal remunerada. Aquí existía una explotación de la mano de obra y las jornadas laborales llegaban hasta las 12 horas diarias.

La primera Revolución Industrial, introdujo la “mecanización y energía a vapor”, en los diversos procesos de los negocios, principalmente en las industrias textiles y siderúrgicas; esto significó un gran cambio y tuvo una ventaja de mayor producción, a menor tiempo y a menor costo. Las desventajas de esta primera revolución fueron la menor cantidad de mano de obra y el requerimiento de personas que deberían de capacitarse en el manejo de la nueva tecnología.

La 2da Revolución Industrial 2,0 llegó con “la producción en masa y la aplicación de la energía eléctrica en sus procesos”, la cual establecía mejores sistemas de control, menores riesgos en los procesos y mayor calidad en los trabajos. Nuevamente la desventaja se transforma en la reducción de mano de obra no especializada; por este motivo, se comienzan a forjar nuevas carreras profesionales y el mercado demanda nuevos tipos de ingenieros, administradores, etc., que combinen con estos nuevos sistemas de trabajo. De hecho, el paso de un siglo desde la 1era revolución hizo que los cambios se notaran y se vieran como algo muy novedoso.

La Ciencia y los inventores no se detuvieron y siguieron en la búsqueda de nuevas formas de asegurar mejor calidad en los productos finales, llegando así a la llamada 3era Revolución Industrial en el año 1969, la cual trajo consigo la “automatización de muchos de los procesos y la era de las computadoras electrónicas”.

Si bien podemos ver que las dos primeras revoluciones fueron cambios donde hubo una desventaja de menos mano de obra, también vimos que se comenzó a requerir de nuevos profesionales. El autor de esta nota considera esta tercera revolución como la “palanca” para los futuros cambios, los cuales se hicieron cada vez más acelerados.

La introducción de las computadoras permitía el procesamiento y cálculos experimentales de manera más rápida y evitando algunos errores que se podrían producir de manera manual; fue con esta tecnología que la NASA pudo hacer posible que el hombre llegue a la luna. El inicio de la robotización industrial en los procesos de fabricación controladas por computadoras fue un cambio muy importante en el desarrollo de la humanidad, ya que trajo consigo la especialización en determinados temas dentro de una carrera profesional. Podríamos decir que como desventaja se planteaba que los gobiernos deberían implementar mejores sistemas educativos para que los jóvenes puedan crecer profesionalmente y no quedarse en los puestos de mano de obra sencilla, donde la paga era mucho menor.

Y es así que llegamos a la Revolución Industrial 4.0, un concepto aplicado de manera diferente en cada país; las grandes potencias y países desarrollados empezaron una pugna por encontrar cambios en los diversos sistemas de trabajo en todas las esferas de producción.

Podemos resaltar que fue en la Feria de Hannover (Salón de la Tecnología industrial el año 2011 – fuente Wikipedia), donde se puedo ver la nueva forma de estructura de la revolución 4.0.

Lo especial de esta nueva revolución es el uso globalizado de sistemas cibernéticos, internet y redes, que permite que los procesos sean ejecutados a una mayor velocidad y con un menor margen de error; el uso de logaritmos de identificación de caracteres especiales, hacen que se eviten errores y se identifiquen a tiempo posibles fallas.

Esta gran revolución, que es solo el inicio de grandes cambios que vendrán en el futuro, trajo consigo una mayor especialización en diversas carreras profesionales, e incluso fue también necesario profundizar el estudio en las áreas de sicología, la siquiatría, ecología, medio ambiente, y otras profesiones dedicadas al cuidado del planeta.

En esta etapa se originó la llamada Generación Y, o Milennials, término utilizado para las personas nacidas en el siglo de la tecnología cibernética.

¿DEBEMOS APLICAR LA INDUSTRIA 4.0 EN NUESTRAS EMPRESAS?

La cuarta revolución industrial está impactando a todos los sectores productivos, pero, como en todas las carreras, hay líderes y rezagados. Entre los primeros se encuentran los sectores con gran capacidad productiva, con altísima inversión en I+D y capitaneados por empresas multinacionales; estamos hablando, por ejemplo, de la automoción, la bioquímica y la electrónica.

¿EN QUE SE FUNDAMENTA LA INDUSTRIA 4.0?

La digitalización de la fabricación se sustenta en una serie de pilares, que no son otros que algunos de los grandes avances tecnológicos de las últimas décadas; entre ellos, la robótica, el internet de las cosas, el big data, la realidad aumentada, la simulación y el prototipo, el cloud computing, el software a medida y el auto-ID (métodos de escaneado de productos que permiten una identificación en tiempo real) – (Fuente Wikipedia).

Debemos anotar que el concepto «Cuarta Revolución Industrial» fue propuesto y acuñado por Klaus Schwab.

Como en todo proceso existen ventajas y desventajas; las ventajas se ven a la vista y es la mayor y mejor tecnología alcanzada en tiempos record, asimismo como la globalización mundial de esta etapa 4.0.

La gran desventaja, y aunque parezca contradictorio, es la falta de profesionales especializados en el desarrollo de estos sistemas que cada día son más tecnológicos.

Actualmente, se puede ver que un niño de muy corta edad puede dominar una laptop, un celular o una tableta, mucho mejor que personas mayores; es aquí donde vendrá la competencia por el desarrollo de “competencias renovables y automatizadas”, lo cual será el cambio en el desarrollo del nuevo escenario mundial.

En este año 2020 con el caso de la pandemia COVID-19, tenemos muchas enseñanzas que deben que ser incorporadas ahora en las matrices de riesgos de los futuros negocios para los ojos y análisis de los inversionistas, los mismos que deberán evaluar si es más importante el hacer que el dinero circule o solo limitarse a esperar una mayor rentabilidad en los índices ROI, TIR, VAN. Aquí es donde veremos que es más importante la rotación del dinero que la rentabilidad en el tiempo. Los “inversionistas ricos” pueden llegar a ser inversionistas pobres si no se animan a apostar en los cambios que el mundo viene ofreciendo.

La vida no será igual, tendremos que adaptarnos a los cambios y aprender a convivir con nuevas formas de trabajo, nuevas formas de producción y de generar trabajo; estos son los nuevos retos para los profesionales del futuro y la nueva forma sobre la cual tendremos que vivir.

Las revoluciones industriales se seguirán dando en el tiempo y seguirán haciendo más fácil y a la vez más complicada la vida de las personas, dependiendo de la posición económica donde nos encontremos. Lamentablemente las brechas socioeconómicas se verán más marcadas.

Pese a todo, tengo la esperanza de que no lleguemos a extremos de autoliquidarnos en la búsqueda de la perfección tecnológica cibernética acelerada.

Veamos que pasa de aquí 01 de agosto del 2020 a fines de diciembre del 2021.

Jorge Luis Tello Muñoz

CEO en Gestión Uno, con más de 25 años en la actividad de la industria de la construcción; en cargos administrativos, de residencia de obra, de supervisión y a nivel ejecutivo.
Cuenta con estudios en Ingeniería Civil, Estadística, Administración y Finanzas, Computación, Gerencia de empresas constructoras e Inmobiliarias, Agente inmobiliario y Teología, además de diversos cursos y seminarios relacionados con la industria de la construcción y relaciones humanas.

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